Muchas personas en el transcurso de la pandemia, se dieron cuenta de las posibilidades que ofrece un vehículo vivienda y se lanzaron a la aventura de probar alquilando una autocaravana, o comprándola.
Las personas que llevamos unos cuantos años en esto, hemos observado el gran incremento del parque de este tipo de vehículos, que ha sobrevenido tras la COVID.
Y llevamos usando este tipo de vehículos muchas veces siendo contemplados como “nómadas indigentes”, snobs desnortados o simplemente gente insociable. Aunque también estarían los jubilados nacionales y europeos siendo estos de otro planeta.
Muchas veces incomprendidas en este país, nos hemos visto, relegadas a rincones de poblaciones, afortunadamente pocas, o a ser señaladas y criticadas, cuando en realidad, este tipo de turismo, el turismo itinerante como lo definió un amigo hace tiempo, es otra forma de entender los viajes, la cultura, las costumbres, en definitiva, la vida, repartiendo nuestros gastos, en muchos tipos de negocios, ocio o instalaciones como museos, etc. Y hay que comentar que este tipo de vehículos, no tienen ninguna obligación de permanecer o entrar en un camping por lo general, si bien es cierto, que en algunos países europeos sí es obligatorio, en los menos.
Los vehículos habitables, están provistos de todos los sistemas e instalaciones necesarios para desempeñar tu estancia vacacional, lo más confortablemente posible, pero en un espacio reducido. Es verdad que esto, sobretodo al principio de empezar a viajar así, resulta en los primeros días algo agobiante, pero terminas adaptándote enseguida. Y sino que se lo digan a las personas que se ven obligadas a vivir en pisos de 40 m2 o menos si se acostumbran rápido, a la fuerza ahorcan.
Para empezar a viajar en autocaravana o camper, hay que contemplar dos opciones; la primera es alquilar un vehículo de este tipo para cogerle el puntillo. Es verdad que una mala experiencia en esa ocasión puede hacer inclinar la balanza, en el sentido de no querer volver a ver un casa con ruedas nunca, pero si no tiene experiencia, esta posibilidad sería la más recomendable.
La segunda opción, arriesgarse y comprarse una. Y esta puede ser nueva o de segundamano. Habitualmente la gente que hacemos esa locura, es porque previamente hemos “gastado” las tiendas de campaña, las caravanas, etc.
Después de todo, comprar una autocaravana no es algo tan arriesgado o descabellado. En mi experiencia, si cuidas bien el vehículo, y no me refiero a la parte del motor o a la parte del habitáculo o zona de estancia, sino a ambas partes, después de haber disfrutado unos años con ella, no se deprecia tanto. Sirviéndote para comprar algo mejor o que se ajuste a tus gustos.
Existen varios tipos de vehículos, de menor a mayor tamaño; Campers, Vans, capuchinas, perfiladas e integrales. Claro, y luego están las que son remolques o vehículos de más de 3.500Kg.
Las campers son elegidas frecuentemente por la gente más joven que no tienen un nivel de exigencia muy alto y que son muy adaptativos. Olé por esa gente. Pero para mi gusto, no poder ponerte de pie para desarrollar la actividad dentro del vehículo, me supone un dolor de cabeza, y no es broma.
Las Van son también furgonetas pero de techo alto y ya tienen todas las “estancias” necesarias que tiene una vivienda, entre otras un baño en el que te también te puedes duchar.
Las capuchinas (tienen esa joroba sobre la cabina), las perfiladas (estas tienen esa pequeña visera encima de la cabina) y las integrales, son autocaravanas en el sentido más popular y a todas ellas se las denomina así.
Qué puede hacerte decantarte por una u otra, pues los tres números en primero lugar. ¿Qué son esos tres números? Pues en número de plazas en 1-viajes, 2-comensales, 3-camas. Esta es la primera cosa que solemos mirar, porque cada familia tiene un “tamaño” y si es grande, lo normal es que se decante por una capuchina, que suelen ser las que más plazas tienen.
Viajar en este tipo de vehículos proporciona, a mi me proporciona, la forma de observar el mundo. Según recorro los kilómetros de carretera, contemplo los usos y costumbres de las personas con las que nos cruzamos. Cómo están dispuestas las señales, la distancia de sus cultivos a sus viviendas, la decoración de las poblaciones, si son amantes de las plantas, conocer sus mercados, los diferentes tipos de negocio de alimentación y sobretodo, la relación con las personas de otras poblaciones o de otros países.
Una de las ventajas que tiene este tipo de turismo, es que aunque te prepares el viaje inicialmente, algo muy recomendable, es que puedes variar el itinerario en función de la necesidad, del clima o de las gratas sorpresas que te deparan los destinos visitados.
Me acusaréis de ser un romántico, pero para mí, este es el misterio y el placer de viajar en este tipo de vehículos.
Para finalizar, te diré que como definición a la pregunta inicial, creo que con todo lo comentado ya está respondida, pero si tienes alguna sugerencia, contacta conmigo en el correo del podcast y lo debatimos, incluso podemos hacer un programa especial.
Buen viaje, kilómetros de emoción y grandes experiencias….