Toda persona que se ha aproximado o interesado por una vivienda con ruedas, ha descubierto que hay cosas por las que no debemos preocuparnos nunca en nuestra vivienda habitual, o en un hotel, pero que precisamente porque las viviendas con ruedas se pueden desplazar con todas las ventajas que ello conlleva, sí hay que tenerlas en cuenta. Estamos hablando de los WCs.
Y es que no disponemos de una toma conectada al sistema de desagüe o alcantarillado. Esto supone que las aguas negras, como técnicamente se denomina a este tipo de residuos, tenga que ir a parar a alguna parte y de forma estanca. Este sistema lo tienen incluso las embarcaciones, los restos no se desechan como sucede en un tren o en un avión, «agua vaaaa».
Una vez los restos alojados en un espacio confinado y estanco, hay que eliminarlos para poder seguir usando las instalaciones de forma normal.
Conste que he conocido autocaravanistas que se negaban a usar los cuartos de baño, y aunque nunca me contaron porqué, tengo claro que era por no tener que limpiarlo o vaciarlo. Bajo mi punto de vista, creo que esto es infrautilizar uno de los espacios más personales o íntimos si me lo permites, que diferencia esta forma de viajar a ir de hotel, etc… Sí, tienes que mantenerlo limpio y desinfectado, pero a fin de cuentas, como nos gusta a todas las personas poder utilizar estas instalaciones, sea donde sea. Y he aquí la ventaja; como en casa, en ningún sitio.
Pero para el uso de estos WCs portátiles casi siempre van asociados uno o dos «líquidos» que son químicos. El azul o verde, dependiendo del fabricante, que se aplica directamente al casete cuando está limpio o vacío y que habitualmente contienen formaldehídos y otros químicos nada ecológicos, cuyo fin es matar todas las bacterias que se encuentran en las deposiciones. Y otro líquido rosa, que se utiliza en las instalaciones que tienen un pequeño depósito de agua, a modo de cisterna. Este químico aporta «buen olor».
En mi larga experiencia primero con caravana y luego con autocaravana, estos químicos, a parte de no ser nada ecológicos, producen olores dentro de la vivienda, y bastante desagradables, aunque una vez dentro puedes acostumbrarte y que pasen desapercibidos, al salir del vehículo y volver a entrar, te vuelve a dar un bofetón en la nariz.
Desde hace muchos años, probé el sistema SOG y no lo cambiaría por casi nada. Con una inversión pequeña, puedes conseguir un ambiente sin olores y contribuir al medio ambiente, pues al vaciar el casete, en las instalaciones adecuadas para ello, todo su contenido suele ir a alcantarilla, y después a la depuradora, donde se aplican una serie de bacterias para descomponerlo todo y poderlo tratar.
Sí muchas personas utilizan estos químicos, al final terminamos matando estas bacterias que se encargan de eliminar lo que no nos gusta.
El sistema SOG es bastante simple. Dispone de ciertos elementos como un relé que se encarga de accionar el sistema cuando accionas la palanca de apertura de la taza. También hay un ventilador, que más que ventilador es extractor que se coloca en la puerta de extracción del casete. Luego hay cables y tubos para hacer posible la instalación.
¿Cómo funciona el sistema?
El sistema es muy fácil de entender. Al abrir la pestaña de acceso al casete, se activa el relé/interruptor y este da corriente al extractor que toma aire de la taza, para sacarlo fuera de la vivienda, pasando por un filtro de carbono, para filtrar el aire resultante, de esta forma y si está bien montado, nunca salen olores a la estancia interior.
¿Pero cómo es posible y cuál es la función final?
Para realizar la instalación, primero hay que conocer qué modelo y marca de casete tienes. En todos los casetes esta información viene bien detallada.
Una vez elegido el kit adecuado, ves que tiene los elementos antes descritos y lo puedes instalar tú o pedir que lo haga un taller de este tipo de vehículos.
Si decides hacerlo tú, el primer requisito es sacar el casete y descubrir dónde puedes instalar el relé para que cuando el sistema mecánico de apertura se accione, pulse adecuadamente el filamento que activa el relé. Hay que localizar una toma de corriente, que suele haber siempre bastante cerca y realizar la conexión eléctrica. Lo peor ha pasado, y te aseguro que tampoco es para tanto.
Después, y dependiendo del modelo de casete, es posible que tengas que retirar una válvula que se encuentra en la cara superior del mismo o tengas que practicar un agujero en la tobera de salida de restos, sí, la tobera orientable para vaciar el «poti». Pertrechado con la broca del tamaño adecuado, se puede hacer sin problema. Ojo no vallas a hacer el agujero cerca de la rosca de la tapa del casete, porque luego no cerrará correctamente. Otras veces el agujero se practica en la misma tapa enroscable, pero asegúrate de tener espacio para que luego pueda ir conectado el tubo que va al extractor que se posiciona en la puerta de acceso al casete.
Cuando has realizado el agujero, se coloca una goma que ajusta perfectamente en ese agujero y que queda retenida por sus propias características o perfil.
Ahora bien, cuando queremos dejarlo conectado para su uso, en ese agujero con la goma, se aloja un extremo de tubería, en cuya punta hay una parte más dura y acodada para poder encajar a presión en la goma y el otro extremo va alojado en la boca del extractor, que está conectado al relé y a la alimentación.
En la puerta del casete, hay que practicar un pequeño agujero del diámetro del extractor/ventilador, y después alojar la carcasa que porta el filtro de carbono. Mientras que el extractor va por dentro de la puerta, el portafiltro y filtro van por fuera de la puerta.
¿Pero para vaciar qué hay que hacer?
Una vez usado el baño y cuando tengas que vaciar, es fácil, vas fuera, abres el compartimento del casete y desconectas el tubo que has conectado al casete. En el agujero que queda libre del casete, colocas un tapón que viene en el kit y que previamente has dejado colgado del tubo que va al extractor, pues lleva una anilla que sirve para facilitar su retirada y cuando no lo estás usando, sirve para que no lo pierdas. Es importante, porque si dejas abierto el agujero, al ir a vaciar, puede salpicar todo y esto no queremos que suceda.
Colocas el tapón en el agujero y extraes el casete. Luego procedes a vaciar como lo harías en condiciones normales. Enjuagas y listo.
Sabemos que vaciar el «deposito de negras», no es agradable, pero te aseguro que el olor es muchísimo menos desagradable de esta forma que cuando lleva químicos. Por lo menos a mí me lo parece.
¿Y cuál es el funcionamiento para que sea más ecológico este sistema?
Realmente es fácil. Cuando abres la compuerta y el ventilador se acciona, lo que hace es aportar aire extra al casete, logrando que las bacterias aceleren el proceso de descomposición, hasta el punto de que el papel se disuelve perfectamente. Incluso si has utilizado el WC hace una hora, el resultado es el mismo, todo disuelto y evitando atascos indeseables que te pueden poner en un aprieto.
Con todo esto ahorras en químicos y beneficias al medioambiente pues no estás aportando químicos indeseables que son tóxicos.
Te aseguro que con este sistema no tienes que aplicar químicos, si sale olor del baño es porque la conexión eléctrica la has conectado al revés, haciendo que el ventilador meta aire a la vivienda en vez de sacarlo.
Espero que este artículo haya resuelto tus dudas, pero si no es así, no dudes en contactar conmigo a través de info@fotorrodando.com